So down

No hay muchas esperanzas,
la realidad absurda destruye cada sueño,
cada mirada hacia un futuro borroso y corroído
sin amor, sin igualdad, sin alegria en las miradas.
Rezo, espero, amo, amar, amor,
y mi corazón roto me pide a gritos,
sigue amando no importa, prefiero morir despedazado,
a enfriar hasta volverme gris, amargo, duro.
como duele cada latido, como duele cada dolor,
el mundo va loco y uno piensa, hacia donde va?
hacia donde voy con el alma gritando no mas,
no nos destruyas humanidad,
no ves el el vació que se extiende por las almas?
no ves el miedo que camina por las calles?

Luz

Al caminar por la calle he notado algo, hay demasiada gente y muy poco espacio. Hay demasiadas caras y muy pocos rostros, hay demasiados ojos... demasiados ojos. Busco tu rostro entre el oleaje de cuerpos andantes sin rumbo, quizá también sin rumbo alguno. Busco tus ojos, tu luz perdida entre las miradas extrañas de juicio y prejuicio. Ya no veo como antes, ya no siento como antes, solo pienso en lo que fue y en lo que pudo, no me arrepiento.
La avenida y sus luces, luces sin alma, luces desnudas y frías, la gente iluminada por luces vacías, gente exaltada, llena de contrastes en su carcasa sin vida, gente como gente pero bajo la luz fría.
 

Tiempo

Hace tiempo no veo dentro de tus ojos, esa luz se ha perdido en los de otros.
Ya me abras olvidado, ya el tiempo ha pasado, pero al cerrar mis parpados siempre queda el reflejo de tu luz en mi oscuridad.  

pedestal

Mira hacia el pedestal que has construido con sangre, sangre azul, sangre fría y coagulada, mira en tu interior has vendido tú alma, mira como desde arriba tus ídolos escupen balas de veneno que penetran tu corazón enfermo.
Pero cierto que ya no miras, les has dado tus ojos, ya no oyes ya no dices, ellos solo fornican con tus sentidos una y otra vez hasta dejarte convertido en carroña, carroña azul.
.

ruido

Que más fuerte que el silencio, ya los gritos nadie escucha los lamentos se han olvidado, los dolores, anestesiado, la costumbre y tolerancia los han hecho insensibles, ciegos a la tragedia, observadores sin pupila de la miseria externa.
¿Que mas da si ya no sienten? En mi espalda el tiempo pesa, las heridas no cierran, los errores como piedras en este lago imperturbable, todo cambia y sigue su curso, el curso de sentir lo que el mundo ha olvidado, de ver lo que ha cegado y de oír esos lamentos, los lamentos de un mundo en silencio.